Convivimos diariamente con el sol, todos los días sale y aunque no seamos conscientes, estamos expuestos a su radiación durante muchas horas. Sabemos que el sol es necesario para vivir, pero ¿somos conscientes de los beneficios o de los problemas que nos aporta el sol?
No te preocupes, en este post te contaremos algunas de las cosas positivas que tiene el sol. Eso sí, siempre te recomendamos que lo tomes con moderación, ya que las cosas en exceso nunca son buenas.
Beneficios del sol
El sol tiene muchas propiedades positivas para nuestro cuerpo, que en la justa medida pueden ayudarnos a mejorar nuestra salud y aspecto.
- Ayuda a mejorar nuestra piel: Esta es una de sus propiedades más conocidas, y es que nos ayuda a combatir algunas afecciones dermicas como el acné, la psoriasis o la ictericia, ayudando así a eliminar el exceso de grasa de nuestro cuerpo y a limpiar la piel. Siempre hay que tener precaución a la hora de tomar el sol; es importante ponerse crema solar cuando vayamos a tomar el sol. Además no se recomienda estar más de 30 minutos expuestos. Hay que tener mucho cuidado con esto, ya que si nos excedemos con el sol podemos llegar a tener problemas muy serios de salud. Se recomienda estar el tiempo justo para conseguir así un efecto positivo, sin quemarnos o deteriorar nuestra piel.
- Mejora nuestro estado anímico: El sol nos ayuda a estar más alegres y contentos, su exposición nos proporciona una sensación de bienestar que mejora nuestro estado de ánimo. El psiquiatra Michael Terman realizó diferentes experimentos para demostrar esto y en su estudio concluyó que «En la ciudad de Nueva York, la mitad de las personas analizadas perdía parte de sus energías en otoño y en invierno, el 47% ganaba peso en ese periodo, un 31% dormía más y otro 31% perdía interés en las actividades sociales. Entre los encuestados que declararon cierta disminución de sus energías en determinada época del año, aproximadamente el 50% la refirieron al otoño y al invierno, sólo el 12% se sentía así en verano.»
- Nos ayuda a dormir mejor: La exposición al sol hace que nuestro cuerpo produzca serotonina, esta a su vez contribuye en la producción de melatonina, la hormona encargada de controlar el ciclo diario del sueño.
- Mantiene a raya el colesterol: La radiación ultravioleta del sol ayuda a sintetizar el colesterol de nuestro cuerpo, convirtiendo este en Vitamina D, convirtiéndose en el principal proveedor de esta vitamina a nuestro cuerpo. Sin darnos cuenta, nos ayuda a reducir los niveles de colesterol en sangre y a reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
- Fortalece nuestros huesos: La vitamina D tiene otras funciones en nuestro cuerpo, y es que además, es la encargada de ayudarnos a absorber el calcio a través de nuestro intestino. Una curiosidad es que esta vitamina puede ayudar a evitar enfermedades importantes, como el raquitismo o el retraso del crecimiento en los niños o la osteoporosis en los adultos. No es necesario que mantengamos largas exposiciones al sol; bastará con recibir sus rayos 5 minutos al día para ayudar a fortalecer nuestros huesos.
- Favorece a nuestras defensas: Los glóbulos blancos son la base de nuestros anticuerpos, estos representan la primera barrera contra los agentes externos (infecciones, bacterias…) El sol ayuda en la creación de glóbulos blancos, fortaleciendo así nuestro sistema inmunológico.
El sol puede ser un gran aliado, pero tomarlo en exceso nos acarreará serios problemas de salud. Por ello te damos estos consejos para que te beneficies de todas sus propiedades, evitando quemaduras o desgastes en la piel.
- La protección es lo primero: Si vas a estar un buen rato al sol nunca olvides tu protección. Utilizar un protector de piel con un factor adecuado ayudará a mantener hidratada nuestra piel, evitará que los rayos ultravioleta la dañen y nos protegerá de quemaduras. Cuanto más clara sea la pigmentación de nuestra piel mayor tiene que ser el grado de protección de la crema. Te recomendamos que la utilices cada media hora y evites en la medida de lo posible la exposición prolongada; una sombrilla o un toldo te ayudarán también a protegerte de sus rayos. Aplícate la crema al menos 30 minutos antes de tomarlo.
- Evita tomar el sol a determinadas horas: Desde las 11 de la mañana y hasta las 4 de la tarde es el momento del día en el que el sol está más alto, por lo que sus rayos inciden con mayor fuerza sobre nuestra piel. Intenta evitar estas horas, tu salud te lo agradecerá.
- Los bebés de 5 meses no deben tomar el sol: Hay que tener un cuidado especial con los recién nacidos; no es recomendable que tomen el sol hasta los 5 meses. Es muy importante que se les aplique protección solar constantemente para evitar dañar su piel.
- Algunos medicamentos aumentan sus efectos: En ocasiones, medicamentos como la píldora anticonceptiva, antiinflamatorios o corticoides aumentan nuestra sensibilidad a los rayos del sol. Si estas siguiendo algún tratamiento consulta con tu médico o con tu farmacéutico sobre los efectos que una exposición prolongada.
- Cuidado con los lunares: Vigila si cambian de forma, tamaño o color; así como si empiezan a picarte. Una revisión frente al espejo rápida bastará para descubrir si han aparecido nuevos lunares en tu piel. Si presentas alguna de estas irregularidades, no dudes ni un segundo y acude a tu dermatólogo.
Estos son algunos consejos para evitar que el sol dañe nuestra piel y nuestra salud. Recuerda que el moreno que presentamos en verano tras tomar el sol es un sistema de defensa natural que tiene nuestro cuerpo para avisarnos que algo no va bien. Cuida mucho las horas en las que lo tomas y no te excedas con él.
Si quieres disfrutar de una piel sana y cuidada, utiliza cremas hidratantes y bebe muchos líquidos; recuerda que nuestro cuerpo está compuesto por un 98% de agua, y secarlo no es la mejor de las ideas. Disfruta del sol, pero con moderación.
Última modificación: 15/06/2021
