El sueño está profundamente relacionado con el dolor. Cuando tenemos dolorida alguna parte de nuestro cuerpo, nuestra calidad de sueño se resiente, lo que no ayuda a mejorar la salud. Precisamente hay dos enfermedades dolorosas y muy relacionadas con el sueño. Son la Fibromialgia y el Síndrome de Fatiga Crónica.
Las personas que padecen fibromialgia sufren dolores en distintas partes del cuerpo que pueden llegar ser muy intensos. Por otra parte, el Síndrome de Fatiga Crónica se caracteriza por una fatiga intensa, física y mental, que no remite, tras el reposo y que empeora cuando el enfermo realiza alguna actividad física o mental. Estas enfermedades afectan a todas las actividades que se realizan en el día a día.
Hoy en día, no existe ninguna prueba determinante para detectar estas dolencias. La experiencia del equipo médico en estos casos y un buen estudio serán determinantes. Sin embargo, hay diversas causas comunes en todos los pacientes que ayudan a detectar estas enfermedades. Si usted cree que puede padecer una de estas dolencias, le recomendamos que haga el test sobre la fibromialgia y el test sobre el síndrome de fatiga crónica.
Ambas enfermedades están vinculadas al descanso, pues en ambos casos los enfermos sufren alteraciones del sueño. En la fibromialgia, las alteraciones del sueño son una constante e incluso puede ser anteriores al desarrollo de esta enfermedad. La falta de sueño profundo afecta también a la capacidad de concentración y a la memoria inmediata. En el síndrome de fatiga crónica, el sueño es poco reparador, produciendo trastornos en el ritmo y cantidad de sueño. En ambos casos, los trastornos del sueño pueden incrementar los síntomas y, por lo tanto, el estudio de la calidad del sueño es un pilar importante en el diagnóstico y enfoque terapéutico de estos enfermos.
Conseguir un equipo de descanso confortable es fundamental para quienes padecen alguna de estas enfermedades. Aunque es necesario conocer una opinión médica sobre qué tipo de descanso es el idóneo para cada caso en concreto, en líneas generales, los colchones más recomendados son los viscoelásticos, pues al no ejercer presión sobre el durmiente, facilitan un descanso más reparador y confortable.
Última modificación: 15/06/2021