Como ya informamos hace unos meses en la encuesta que realizó Asocama acerca de la calidad del sueño, un 76,5% de la gente afirma que el estrés y las preocupaciones son la principal causa de la dificultad que tienen para conciliar el sueño. Por este motivo, vamos a analizar las posibles causas y soluciones para que el estrés no se adueñe de nuestro sueño.
El cortisol es una hormona que promueve la síntesis de glucosa y que se libera en grandes cantidades en momentos de estrés, lo que produce una alta concentración de glucosa, aminoácidos y lípidos que se pueden llegar a traducirse en problemas cardiovasculares, descalcificación, problemas gastrointestinales, niveles bajos de defensas, vulnerabilidad frente a infecciones e insomnio. Al cortisol comúnmente se le conoce como la hormona del estrés, puesto que es en épocas de mayor tensión y descontrol cuando mayor nivel alcanza.
La revista Prevention ha publicado un reportaje al respecto donde recoge un listado de consejos a tener en cuenta a partir de los estudios que se han ido realizando sobre los niveles de esta hormona en distintos contextos y situaciones:
Meditación. Un estudio tailandés desveló que las personas que practican meditación budista tienen menos niveles de cortisol y presión arterial. Asimismo, en otro estudio de la Universidad de Maharishi se comprobó que las personas que eran sometidas a cuatro meses de meditación llegaban a disminuir los niveles de cortisol hasta en un 20%. Por este motivo es recomendable la práctica de yoga o tai chi para combatir el estrés.
Música. También se ha demostrado en un centro médico de Osaka que la música ayuda a calmar al cerebro y a reducir los niveles de estrés. Los doctores del centro recomiendan escuchar música antes de acostarse para conseguir conciliar el sueño.
Dormir. Dormir menos de 7 u 8 horas diarias puede significar un 50% más de cortisol que los que consiguen hacerlo. El Instituto de Medicina Aeroespacial de Alemania comprobó en un estudio que en los pilotos que dormían 6 horas o menos durante siete noches se incrementó el nivel de cortisol durante los dos días siguientes. Por esto, un buen descanso y una pequeña siesta pueden ayudar a reducir los niveles de esta hormona.
Té negro. En la University College de Londres comprobaron que las personas que tomaban té negro después de un día o tarea estresante reducían en un 47% los niveles de cortisol.
Salidas y amigos. Es recomendable salir acompañado, pues la amistad y las relaciones fuera del trabajo pueden moderar la respuesta hormonal del estrés, o incluso el simple hecho de reirse puede llegar a reducir los niveles de cortisol, según han comprobado en la Universidad de Loma Linda (California). Según explica la revista Prevention, «el simple hecho de saber que uno se va a reír es suficiente para disminuir los niveles de cortisol hasta en un 50 por ciento».
Masajes. La Universidad de Miami también ha estudiado el efecto que producen los masajes en esta hormona, consiguiendo reducir casi en un tercio los niveles de cortisol tras varias semanas de masajes. Además, esta práctica consigue reducir el estrés a través de la liberación de las hormonas dopamina y serotonina, conocidas como «las hormonas de la felicidad».
Espiritualidad. Los rituales religiosos y las prácticas relacionadas con la fe o la espiritualidad están asociadas al fortalecimiento de las personas ante situaciones extremas o estresantes. Los paseos y el ejercicio también son una práctica sana y desestresante que ayuda a reducir los niveles de cortisol.
Goma de mascar. Se sabe que la goma de mascar reduce la tensión y los niveles de cortisol salival en aproximadamente un 12%. Esto fue comprobado en un estudio realizado por el Instituto de Psicoterapia e Investigación Psicosomática de Madrid. Si estás nervioso, olvídate del cigarrillo y cómprate un paquete de chicles.
Frente a esto, la autora de este reportaje trata de añadir una visión positiva del estrés. Según afirma, también se ha comprobado que los niveles de cortisol están directamente relacionados con el apetito sexual. En un estudio de la Universidad de Berkeley, las mujeres que eran sometidas a inhalar 20 veces un componente del sudor masculino, no sólo aumentaban su apetito sexual de forma casi inmediata, sino que además se incrementaban sus niveles de cortisol en a penas unos minutos.
A estas afirmaciones otros especialistas añaden distintos factores a tener en cuenta cuando se atraviesa una época de estrés y descontrol: la práctica del ejercicio físico, una alimentación equilibrada, evitar el tabaco y el alcohol, huir siempre de la automedicación y aceptar nuestras limitaciones como personas.
Desde la Tienda HOME aprovechamos este reportaje para recordarte que la salud no tiene precio. Recuerda que no es lo mismo dormir que descansar, y tu cuerpo siente la diferencia.
Última modificación: 15/06/2021