Llega el invierno y con él, el frio. Es hora de cambiar la ropa de cama de nuestros colchones por unos que nos hagan más llevaderas las noches frías. La ropa de cama es un elemento muy importante en la decoración del dormitorio ya que viste al mueble. Los colores y el tejido cambian pasando de unos colores vivos a unos más suaves.
En esta época se suelen usar los edredones, los nórdicos y sus fundas, sábanas felpadas, etc. Dependiendo de las costumbres y del gusto del durmiente existen diferentes formas de vestir la cama, pero siempre se busca la armonía en su conjunto y por supuesto, la comodidad, creando de esta forma un espacio agradable y acogedor para tener un sueño de calidad.
Una de las opciones más elegidas actualmente son los edredones nórdicos porque te olvidas de las infinitas capas de mantas que te tienes que poner para conseguir una temperatura ideal. Los rellenos nórdicos con sus correspondientes fundas nórdicas se adaptan térmicamente al cuerpo para producir un calor natural sin ninguna sensación de peso. Es una opción mucho más ligera y cómoda que la tradicional combinación de manta y edredón.
Actualmente en el mercado existe una gran variedad de materiales que componen los nórdicos como acrílicos, de pluma, de plumón o de los dos juntos (pluma y plumón). También los hay para personas alérgicas.
La clave de la decoración de la habitación está en las fundas nórdicas, que se pueden ir variando cambiando el aspecto de la habitación.
Si la persona es muy friolera también existen sábanas de invierno que pueden ser de franela, con tejido compuesto por algodón, con un tacto muy suave y agradable. Cuando entras dentro de la cama con estás sábanas no te encuentras con esa sensación de frio. Por otro lado, están las sábanas térmicas que desarrollan la misma función que las de franela pero su tejido está compuesto de poliéster o fibras sintéticas.
Y tu, ¿ya tienes tu ropa de cama de invierno preparada?
Última modificación: 15/06/2021
