Dormir. Ese gran placer y bien necesario en el que nos gusta sumirnos cuando llegamos cansados de trabajar, estudiar, de hacer deporte o de pasar un día de intensa actividad. Acurrucarse en la cama o en el sofá como un bebé en brazos de su madre. Dejarse querer por la almohada, abrazar por el edredón y sentir como la calidez de envuelve y te atrapa, mientras cierras los ojos y te abandonas, permitiendo que el sueño se apodere de tu cuerpo y de tu mente. Pierdes la consciencia y te sumes en un mundo de placer, descanso, oscuridad y SILENCIO (eso si tienes suerte y no te despierta el camión de la basura, los críos haciendo el cabra en la calle y los ronquidos de tu amantísima pareja).
Dormir como una marmota es sinónimo de dormir como un bendito, sin interrupción. Dormir como si la vida te fuese en ello, como si estuvieras hibernando. Da igual que hace horas que haya salido el sol y que te acostaras relativamente pronto: sigues durmiendo, pese a la luz que entra por la ventana, el ruido de los platos del desayuno y el rumor procedente de la calle. Podrías seguir durmiendo durante horas, si no llega alguien y te despierta con un ‘duermes más que una marmota’. Sí, señores, esto me dijeron el pasado fin de semana: que dormía como una marmota. Así que me puse a investigar sobre cómo duermen las marmotas y por qué su fama de dormilonas, las ha convertido en un punto de referencia.
Hay otros animales como el lirón, que también tienen una fama similar, pero creo que la marmota es la líder indiscutible de la religión del buen dormilón. Las marmotas son especialistas en dormir, en pasar el invierno en la madriguera e hibernar durante meses. Â Durante este maravilloso proceso, su metabolismo y ritmo cardíaco se ralentizan, su temperatura corporal baja y su cuerpo entra en modo ahorro energético (como nosotros cuando sube el precio de la luz).
Pero para hibernar tienen que engordar, ponerse bien hermosos en otoño, aprovisionándose de semillas, insectos, mamíferos pequeños y aves que le aportaran las calorías suficientes para poder conseguir una buena capa de grasa  que les hiciera de abrigo. Durante la hibernación, dejan de comer y apenas se mueven, perdiendo así la mitad de su peso. Pero chicos, esto a los humanos no nos pasa. No podemos quedarnos en la cama calentitos todo el invierno y ponernos ciegos a comer en otoño, a ver si llegamos a la primavera con tipazo y la mar de descansados. No, nosotros no funcionamos así (por desgracia).
La cuestión es la siguiente: aunque no podamos dormir durante meses, como lo hacen estos adorables mamíferos, sí podemos descansar como ellos y disfrutar de un sueño placentero y sin interrupciones, si nos lo proponemos. Dormir nos hace más listos, más productivos, más creativos, y sí, más guapos. Descansar por la noche es totalmente indispensable para todos. Aquí no vamos a entrar en la cantidad de horas que necesitas dormir cada día, eso es muy personal. Mejor, no hablemos de cantidad, sino de calidad. Dormir horas de calidad. No por dormir más horas, vas a estar más descansado. Lo ideal es dormir las horas que tu cuerpo y tu mente necesitan, y aprovecharlas y sacarles el máximo rendimiento, para levantarte hecho un campeón: lleno de energía y preparado para plantarle cara al día.
10 CONSEJOS PARA DORMIR COMO UNA MARMOTA
1. El colchón, tu mejor amigo: escoger un buen colchón es crucial para dormir bien y levantarte descansado. El colchón adecuado puede evitarte dolores de espalda y de piernas, pues gracias a él, podrás encontrar una postura cómoda y un reposo del cuerpo óptimo.
2. Encontrarás la almohada de tus sueños: nunca mejor dicho, tu almohada será tu compañera más fiel. Elige la que mejor se adapta a tus posturas, a la inclinación de tu cuello y a tus necesidades, evitando los molestos dolores de espalda, cuello y cabeza. Dormimos para sentirnos mejor, relajarnos y descansar, no para tensarnos más y acabar más doloridos y cansados de lo que nos acostamos.
3. Los tapones te pueden salvar la vida: que los ruidos no te dejen dormir puede ser desesperante. Unos buenos tapones te pueden resultar muy útiles si duermes en una calle muy transitada o ruidosa, si tu pareja ronca o te despierta cualquier ruidito habitual. Al principio son un poco incómodos, pero luego te acostumbras y la sensación de silencio y paz, es increíble.
4. Apaga el móvil y lee: las pantallas del ordenador, de la tablet, del móvil y de la televisión nos cargan la vista, la luz nos agota y el exceso de actividad en ellas puede distraernos a la hora de querer conciliar el sueño. Por eso, se recomienda que lo mejor antes de dormir, es leer un buen libro o tener una conversación.
5. Algo calentito antes de dormir: una ducha calentita, un vaso de leche o una manzanilla son una de las mejores soluciones contra el insomnio. Te reconfortan el cuerpo y te ayudan a conciliar mejor el sueño.
6. Cena poco y duerme bien: los expertos en nutrición recomiendan cenar ligero y sano, para poder dormir bien. Esto pasa por hacer una buena digestión y aportar el nivel adecuado y necesario de calorías para pasar la noche.
7. Ejercicios de respiración e infusiones contra los nervios: si has pasado un día de estrés o te puede la ansiedad, puedes combinar varios métodos: darte una ducha calentita antes de dormir, tomarte una infusión de hierbas relajantes (tila, melisa, valeriana, …) y acostarte en la cama relajado. Si esto aún no te ha funcionado, cierra los ojos y empieza una rutina de respiraciones: toma aire durante 5 segundos, retenlo durante 7 y suéltalo, exhalando suavemente, durante 8 segundos. Repítelo tantas veces lo necesites y estarás dormido en cuestión de minutos. ¡Se acabó lo de mirar el techo y contar ovejitas!
8. No te comas la cabeza, haz un ‘volcado de información’: si eres de los que pone en orden su cabeza antes de acostarse y le das vueltas a todo lo que ha pasado durante el día, lo que no has hecho, lo que te falta por hacer, lo que tienes que corregir y mucho más, y al final te acabas estresando, ¡para! Saca un bloc de notas y un bolígrafo de la mesilla y apunta lo que te ronda la cabeza. Mañana seguirá ahí, lo recordarás y dormirás más tranquilo.
9. ¡Que no entre ni un rayo de luz! Sé un vampiro, amigo mío: hay gente que puede dormir de día y con luz entrando por la ventana, pero muchos de nosotros no. Necesitamos una oscuridad profunda para poder conciliar el sueño. Cierra todas las persianas o ponte un antifaz, ¡mano de santo!
10. El amor da calorcito y sueño: tener relaciones íntimas o abrazar a la pareja justo antes de dormir, nos reconforta, nos hace liberar endorfinas y sentirnos protegidos. Eso nos aporta calidez en el cuerpo y en la mente, nos relajamos y por supuesto, termina por entrarnos el sueño.
Duerme como una marmota con estos útiles consejos. ¡Nos vemos en tus sueños!
Última modificación: 15/06/2021